viernes, 22 de marzo de 2019

POR DÓNDE EMPIEZO




Después de esta breve presentación en el artículo de mi columna QUIÉN SOY, me enfrento a la dura tarea de tener una página en blanco y comenzar a contaros lo que os quiero contar en esta primera entrada.
Empezaré por transmitiros lo que es para mí el trading. El trading lo veo como una manera factible de ganar dinero a largo plazo, que hay que ver como un negocio, que quizá no todos los meses saques un sueldo, pero que a la larga, cuando hagas el balance trimestral, semestral o anual, éste sea positivo, y en el que puedes ver que efectivamente, has sacado beneficios, como hubieras hecho con un bar, una tienda de regalos, o una peluquería canina.
Como todo en la vida, hay que saber cómo hacerlo. Si no sé servir cafés y además no demuestro simpatía hacia mis clientes, el bar es difícil que funcione. Al igual que si no sé cortar el pelo a los perros y raramente distingo una raza de perro de otra salvo que sea muy evidente, pues la peluquería canina tampoco funcionará.
Además de una opción maravillosa de ganar dinero gracias a las ventanas de oportunidad que tu sistema te permite ejecutar en el mercado para sacar beneficios, siguiendo unas escrupulosas reglas de gestión monetaria, es una actividad que te permite desarrollarte como persona. Por lo tanto, si además de querer operar y ganar dinero, quieres desarrollarte y aprender a conocerte mejor día a día, matas dos pájaros de un tiro. Para mí, además, en esta vida es más importante lo segundo que lo primero.
¿Por qué hablo de desarrollo personal? Porque el trading es una actividad basada en probabilidades de un sistema de trading, donde tienes que hacer siempre lo que HAY QUE HACER, y no buscar nada nuevo ni alternativo, porque cuando intentas añadir algo nuevo y no respetas las reglas del sistema, ¡LA CAGAS! De ahí viene la importancia del desarrollo personal. Tienes que aprender a que, cuando pierdas y te salten stop loss (ni que decir tiene que yo no concibo una operativa donde no se pongan stops), a pesar de haber aplicado bien el sistema, esto puede ocurrir, y pierdes. Un sistema de trading tiene un porcentaje de aciertos y otro de que la operación resulte perdedora. El reto consiste en eso precisamente, en aceptarlo como un coste, que, a la larga, gracias a la ventaja estadística del sistema, te permita ganar dinero.
Y esto tan fácil en apariencia, es muy difícil en realidad. Porque entra en juego tu mente, la mente del trader que se encuentra delante de la pantalla, o las pantallas si tienes 4 para presumir delante de los colegas, pero con dos normalmente es más que suficiente.
Hay una serie de emociones que aparecen en escena, y que tienes que controlar para que no actúen ellas por ti ¿Has visto la película Inside Out, de Disney? Es de dibujos animados, pero refleja perfectamente lo que pasa en tu cabeza.


Elimina la parte irracional de la ecuación para dejar actuar sólo a la parte racional. Las emociones no van a desaparecer, solo hay que entrenar y entrenar para no dejar que tomen el control sin TU PERMISO. Tomar consciencia de nuestros actos, ser consciente de cada una de las decisiones que tomamos en la vida y de por qué las tomamos.

En mi caso particular, por ejemplo, para hablarte un poco más de mí, la emoción que más suele aparecer es el miedo a entrar en una operación, porque espero quizá una zona demasiado óptima y se van sin mí. Si se van sin mí (yo no he entrado, ya sea porque la orden limitada que he puesto no se ha ejecutado o porque no he hecho click cuando debí hacerlo si quería entrar a mercado) y además acaban llegando a la zona objetivo, aparece otra, la frustración, o el cabreo, o una mezcla de ambas. ¡El cocktail emocional que te puedes estar sirviendo a ti mismo está más cargado que los cubatas que te tomas en casa con los amigos antes de salir de fiesta para que no te claven 10 euros luego en cualquier tugurio!.

Por supuesto, yo estoy iniciándome en esta actividad, y descubriendo que el principal problema para alcanzar la ansiada consistencia en el trading soy yo mismo. Pero que con trabajo voy notando mejoría, tanto a nivel técnico, mejorando mi lectura del mercado, como a nivel emocional, porque pase lo que pase me afecta menos. 
Ahora mismo, después de haber probado alguna que otra técnica de inversión basada en indicadores de todo tipo, como por ejemplo técnicas de divergencias en MACD y RSI14, indicador semáforo, bandas de Bollinger, filtros con varios indicadores en varios marcos temporales para al final tomar la decisión de inversión en un marco temporal menor, etc, me quedo con el análisis de precio y volumen.
Con esto no quiero decir que sistemas basados en indicadores no funcionen, simplemente, que yo me prefiero centrar en el análisis de precio y volumen porque tiene una lógica detrás que es comprensible para mí. Mientras que el resto de indicadores, a pesar de ser fórmulas matemáticas que si se estudian no son complejas de entender, el volumen te da una claridad aplastante acerca de qué fuerza está actuando en el mercado en ese momento, la oferta o la demanda, que son las dos únicas fuerzas que pueden modificar el precio. Y es el volumen el que te da el grado de intensidad en el que actúan en un preciso instante esas fuerzas, porque no deja de ser otra cosa que la información del dinero que está entrando en el mercado, para que puedas tomar la decisión de entrar al alza, a la baja, o no hacer nada.
Así que, decisión tomada, no cambio de sistema ya, porque hay que tomar decisiones en la vida y actuar. De momento llevo entrenando 3 meses y pienso seguir adelante, muy contento con lo que voy aprendiendo sobre el mercado y sobre mí mismo.

Cómo llegué a tomar esta decisión, es lo que os voy a comentar en el artículo de mi columna EL SISTEMA QUE HE ELEGIDO: SUPERDAYTRADING.