Después de esta breve
presentación en el artículo de mi columna QUIÉN
SOY, me enfrento a la dura tarea de tener una página en blanco y
comenzar a contaros lo que os quiero contar en esta primera entrada.
Empezaré por transmitiros lo que
es para mí el trading. El trading lo veo como una manera factible de ganar
dinero a largo plazo, que hay que ver como un negocio, que quizá no todos los
meses saques un sueldo, pero que a la larga, cuando hagas el balance
trimestral, semestral o anual, éste sea positivo, y en el que puedes ver que
efectivamente, has sacado beneficios, como hubieras hecho con un bar, una
tienda de regalos, o una peluquería canina.
Como todo en la vida, hay que
saber cómo hacerlo. Si no sé servir cafés y además no demuestro simpatía hacia
mis clientes, el bar es difícil que funcione. Al igual que si no sé cortar el
pelo a los perros y raramente distingo una raza de perro de otra salvo que sea
muy evidente, pues la peluquería canina tampoco funcionará.
Además de una opción maravillosa de
ganar dinero gracias a las ventanas de oportunidad que tu sistema te permite
ejecutar en el mercado para sacar beneficios, siguiendo unas escrupulosas
reglas de gestión monetaria, es una actividad que te permite desarrollarte como
persona. Por lo tanto, si además de querer operar y ganar dinero, quieres
desarrollarte y aprender a conocerte mejor día a día, matas dos pájaros de un
tiro. Para mí, además, en esta vida es más importante lo segundo que lo
primero.
¿Por qué hablo de desarrollo
personal? Porque el trading es una actividad basada en probabilidades de un
sistema de trading, donde tienes que hacer siempre lo que HAY QUE HACER, y no
buscar nada nuevo ni alternativo, porque cuando intentas añadir algo nuevo y no
respetas las reglas del sistema, ¡LA CAGAS! De ahí viene la importancia del
desarrollo personal. Tienes que aprender a que, cuando pierdas y te salten stop
loss (ni que decir tiene que yo no concibo una operativa donde no se pongan
stops), a pesar de haber aplicado bien el sistema, esto puede ocurrir, y
pierdes. Un sistema de trading tiene un porcentaje de aciertos y otro de que la
operación resulte perdedora. El reto consiste en eso precisamente, en aceptarlo
como un coste, que, a la larga, gracias a la ventaja estadística del sistema,
te permita ganar dinero.
Y esto tan fácil en apariencia,
es muy difícil en realidad. Porque entra en juego tu mente, la mente del trader
que se encuentra delante de la pantalla, o las pantallas si tienes 4 para
presumir delante de los colegas, pero con dos normalmente es más que suficiente.
Hay una serie de emociones que
aparecen en escena, y que tienes que controlar para que no actúen ellas por ti ¿Has
visto la película Inside Out, de Disney? Es de dibujos animados, pero refleja
perfectamente lo que pasa en tu cabeza.
Elimina la parte irracional de la
ecuación para dejar actuar sólo a la parte racional. Las emociones no van a
desaparecer, solo hay que entrenar y entrenar para no dejar que tomen el
control sin TU PERMISO. Tomar consciencia de nuestros actos, ser consciente de
cada una de las decisiones que tomamos en la vida y de por qué las tomamos.
En mi caso particular, por
ejemplo, para hablarte un poco más de mí, la emoción que más suele aparecer es
el miedo a entrar en una operación, porque espero quizá una zona demasiado
óptima y se van sin mí. Si se van sin mí (yo no he entrado, ya sea porque la
orden limitada que he puesto no se ha ejecutado o porque no he hecho click
cuando debí hacerlo si quería entrar a mercado) y además acaban llegando a la
zona objetivo, aparece otra, la frustración, o el cabreo, o una mezcla de
ambas. ¡El cocktail emocional que te puedes estar sirviendo a ti mismo está más
cargado que los cubatas que te tomas en casa con los amigos antes de salir de
fiesta para que no te claven 10 euros luego en cualquier tugurio!.
Por supuesto, yo estoy
iniciándome en esta actividad, y descubriendo que el principal problema para
alcanzar la ansiada consistencia en el trading soy yo mismo. Pero que con trabajo
voy notando mejoría, tanto a nivel técnico, mejorando mi lectura del mercado,
como a nivel emocional, porque pase lo que pase me afecta menos.
Ahora mismo, después de haber
probado alguna que otra técnica de inversión basada en indicadores de todo
tipo, como por ejemplo técnicas de divergencias en MACD y RSI14, indicador
semáforo, bandas de Bollinger, filtros con varios indicadores en varios marcos
temporales para al final tomar la decisión de inversión en un marco temporal
menor, etc, me quedo con el análisis de precio y volumen.
Con esto no quiero decir que
sistemas basados en indicadores no funcionen, simplemente, que yo me prefiero
centrar en el análisis de precio y volumen porque tiene una lógica detrás que
es comprensible para mí. Mientras que el resto de indicadores, a pesar de ser
fórmulas matemáticas que si se estudian no son complejas de entender, el volumen
te da una claridad aplastante acerca de qué fuerza está actuando en el mercado
en ese momento, la oferta o la demanda, que son las dos únicas fuerzas que
pueden modificar el precio. Y es el volumen el que te da el grado de intensidad
en el que actúan en un preciso instante esas fuerzas, porque no deja de ser
otra cosa que la información del dinero que está entrando en el mercado, para
que puedas tomar la decisión de entrar al alza, a la baja, o no hacer nada.
Así que, decisión tomada, no
cambio de sistema ya, porque hay que tomar decisiones en la vida y actuar. De
momento llevo entrenando 3 meses y pienso seguir adelante, muy contento con lo
que voy aprendiendo sobre el mercado y sobre mí mismo.
Cómo llegué a tomar esta decisión,
es lo que os voy a comentar en el artículo de mi columna EL SISTEMA QUE HE ELEGIDO: SUPERDAYTRADING.